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Fisioterapia respiratoria

Recuperación del aliento y la función pulmonar

La fisioterapia respiratoria es una especialidad de la fisioterapia que se ocupa de prevenir, tratar y rehabilitar las alteraciones del sistema respiratorio. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades pulmonares o que tienen dificultades para respirar.

¿Qué es la fisioterapia respiratoria?

La fisioterapia respiratoria es un conjunto de técnicas y ejercicios que ayudan a mejorar la ventilación pulmonar, la oxigenación de la sangre, la eliminación de las secreciones bronquiales y la capacidad física y funcional de los pacientes. Estas técnicas incluyen:

La reeducación respiratoria, que consiste en enseñar al paciente a respirar de forma correcta y eficiente, utilizando el diafragma y los músculos intercostales.

La movilización torácica, que consiste en realizar masajes, presiones y vibraciones sobre el tórax para facilitar la expansión pulmonar y la expulsión de las secreciones.

El drenaje bronquial, que consiste en colocar al paciente en diferentes posturas para favorecer el flujo de las secreciones hacia las vías aéreas superiores y facilitar su expectoración.

Los ejercicios respiratorios, que consisten en realizar inspiraciones y espiraciones profundas, sostenidas o fraccionadas, con o sin resistencia, para aumentar la capacidad pulmonar y el control respiratorio.

Los ejercicios físicos, que consisten en realizar actividades aeróbicas o anaeróbicas adaptadas al nivel y las necesidades del paciente, para mejorar su resistencia, su fuerza muscular y su estado general.

¿Qué beneficios tiene la fisioterapia respiratoria?

La fisioterapia respiratoria tiene múltiples beneficios para los pacientes con problemas respiratorios, entre los que se destacan:

Mejora la función pulmonar, al aumentar el volumen y la capacidad respiratorios, reducir el trabajo respiratorio y optimizar el intercambio gaseoso.

Previene o reduce las complicaciones respiratorias, al disminuir el riesgo de infecciones, atelectasias, insuficiencia respiratoria o insuficiencia cardíaca.

Alivia los síntomas respiratorios, como la disnea, la tos, el cansancio o el dolor torácico.

Mejora la calidad de vida, al favorecer la autonomía, la autoestima, el bienestar emocional y la integración social del paciente.

Reduce el consumo de medicamentos, al disminuir la necesidad de broncodilatadores, mucolíticos, antibióticos o corticoides.

¿Qué enfermedades se pueden tratar con la fisioterapia respiratoria?

La fisioterapia respiratoria está indicada para tratar diversas enfermedades que afectan al sistema respiratorio, tanto agudas como crónicas. Algunas de las más frecuentes son:

El asma, que es una inflamación crónica de las vías aéreas que provoca episodios de dificultad para respirar, tos y sibilancias.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que es una obstrucción progresiva e irreversible de las vías aéreas que causa disnea, tos crónica y expectoración.

La fibrosis quística, que es una enfermedad genética que afecta a varios órganos, entre ellos los pulmones, produciendo una acumulación de moco espeso y viscoso que dificulta la respiración y favorece las infecciones.

La bronquiectasia, que es una dilatación anormal e irreversible de los bronquios que impide el drenaje adecuado de las secreciones y facilita la colonización bacteriana.

La neumonía, que es una infección del tejido pulmonar que provoca inflamación, fiebre y dificultad para respirar.

El cáncer de pulmón, que es un tumor maligno que se origina en las células del pulmón y puede invadir otros órganos o tejidos.

La insuficiencia respiratoria aguda o crónica, que es una situación en la que los pulmones no son capaces de oxigenar la sangre o eliminar el dióxido de carbono de forma adecuada, lo que puede comprometer la vida del paciente.

La fisioterapia respiratoria debe ser realizada por un fisioterapeuta especializado en el ámbito respiratorio, que evalúe al paciente, establezca los objetivos y el plan de tratamiento, y supervise y adapte las técnicas y los ejercicios según la evolución del paciente.

La fisioterapia respiratoria se puede realizar en diferentes ámbitos, según el estado y las necesidades del paciente. Algunos de los más habituales son:

- El hospital, donde se realiza la fisioterapia respiratoria en los casos de pacientes ingresados por enfermedades respiratorias agudas o descompensaciones de enfermedades crónicas, con el fin de prevenir o tratar las complicaciones, acelerar la recuperación y facilitar el alta hospitalaria.

- El centro de salud o el centro de rehabilitación, donde se realiza la fisioterapia respiratoria en los casos de pacientes ambulatorios con enfermedades respiratorias crónicas o secuelas de enfermedades agudas, con el fin de mejorar la función pulmonar, aliviar los síntomas, aumentar la capacidad física y mejorar la calidad de vida.

- El domicilio, donde se realiza la fisioterapia respiratoria en los casos de pacientes con dificultades para desplazarse al centro sanitario o que requieren una atención más personalizada, con el fin de mantener o mejorar su estado respiratorio y evitar las reagudizaciones o las hospitalizaciones.

La fisioterapia respiratoria es una terapia segura y eficaz, siempre que se realice bajo la supervisión de un profesional cualificado y siguiendo las indicaciones y las contraindicaciones específicas para cada caso. No obstante, es importante tener en cuenta algunas precauciones generales, como:

- Realizar un calentamiento previo y un enfriamiento posterior a los ejercicios físicos, para evitar lesiones musculares o articulares.

- Hidratarse adecuadamente antes, durante y después de las sesiones de fisioterapia respiratoria, para facilitar la eliminación de las secreciones y evitar la deshidratación.

- Controlar la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno durante los ejercicios físicos, para evitar sobrepasar el umbral de seguridad y prevenir complicaciones cardiovasculares o respiratorias.

- Interrumpir los ejercicios o las técnicas si se produce dolor torácico, mareo, náuseas, palpitaciones, disnea intensa o hemoptisis, y consultar con el médico o el fisioterapeuta.

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